En el s. XIX Murcia continuaba siendo una ciudad apegada a su huerta, los cambios se sucedían lentos pero modificaron definitivamente la forma de vida de sus gentes y el paisaje de la ciudad.
Cartagena
proclamó el Cantón el 12 de julio de 1873 mediante la colocación de la
bandera roja (símbolo revolucionario) en el castillo de San Julián y
constituyó la Junta Revolucionaria en el Ayuntamiento.
El principal cabecilla que ostentó el mando de las fuerzas
fue Antonete Gálvez, militar progresista de
origen humilde y gran líder del Cantón de Cartagena.
El Cantón de Cartagena, bien pertrechado gracias a las armas
del Arsenal y a la posesión de la Flota, llegó a acuñar moneda propia. A pesar
de los terribles bombardeos y devastaciones a que fue sometida durante los seis
meses que duró su aventura cantonal, el nuevo presidente consiguió la
derrota definitiva del cantón de Cartagena mediante su conquista por el general
José López Domínguez el 12 de enero de 1874.
Con la monarquía firmemente implantada en España en la figura
de Alfonso XII, Cartagena todavía asistiría a una nueva intentona republicana
con la sublevación del Castillo de San Julián, que se saldó con la muerte del
gobernador de la plaza, Luis Fajardo, y el fracaso de la revolución.
moneda de cinco pesetas
del movimiento cantonal
proclamación del cantón de Cartagena
En la actualidad el
Partido Cantonal es un colectivo de hombres y mujeres que asumen como propios
los valores del cartagenerismo democrático y se plantea su existencia como partido
político descentralizador, democrático, ecologista, pacifista y reformista de
ámbito nacional; demanda desde su acto fundacional la recuperación de la provincia de Cartagena eliminada por el
absolutismo de
Fernando VII al ser Cartagena una de las más
fieles defensoras de la Constitución liberal que aprobaron las Cortes de Cádiz
en 1812, admite en su seno afiliados que defiendan los intereses generales de bienestar y desarrollo
donde radiquen sus actividades, impulsando el progreso desde la unidad.